Fin - Memoria del proyecto

Hacer una obra es como perderse en una ciudad nueva, un poco a propósito y un poco porque no queda de otra. En este momento somos tres, desperdigados por Sudamérica, lxs que nos perdemos en Fin. A veces unx para a descansar, otrx salta a un arroyo, otrx encuentra una gema para luego perderla… así vamos. ¿Cómo avanza la obra? Me preguntan lxs amigxs. No lo sé -respondo- pero avanza. En las últimas dos semanas hubo muchos avances creativos en manos de Alexandre y de Gabriel. Alexandre montó un prototipo de escenografía en Vale Arvoredo (un espacio de residencia en el sur de Brasil), hizo unos prototipos de figuras y empezó a jugar. Empezamos a ver cómo podría ser ese espacio, esas proyecciones, esas acciones. Cómo se podrían agarrar los recuerdos. Cuánto podemos liberar a la imagen, y en qué momentos ésta nos pide claridad contundente para arraigar las acciones. Cuál es la relación de la sombrista con el espacio. Es conmovedor. En lo personal, me emociona esta apuesta a la simpleza, ...

(en español debajo) -- Por Alexandre Fávero Caminhar à beira do precipício. O pensamento criativo e o ato de criar não funciona como um aplicativo. Não acontece como se fosse um grande insight onde as coisas se resolvem de maneira mágica. Muito pelo contrário. Além de imaginar, sonhar, sintetizar, também tem que ter a capacidade de organizar, tomar decisões, de concretizar e persistir, renovando na sensação de necessidade de usar uma linguagem para se expressar. Os processos criativos podem ser os mais simples e variados e geralmente não possuem padrão ou são de uma originalidade genial. Criar é um processo desconfortável. Se isso acontece, pode ser um bom sinal. Ideias, palavras e desenhos só evoluem para um espetáculo se houver uma grande energia de movimento. O congelamento antecede a evolução e o movimento existe basicamente para diminuir a confusão. É preciso separar  o fundo nebuloso do indivíduo que ali está, ocupando um espaço. Precisa ver o personagem agindo. Ele quer...

Alexandre dice que escriba mis dudas. Tal vez se refiere a las preguntas escritas sobre el guion en el análisis, o a las que él me hizo en la reunión que acaba de terminar. Las mezclo a todas, regurgito como una garza que lleva agua en su pico para una anciana, tomo coraje y tipeo: ¿Cómo puedo sostener las figuras que no sea en el piso, y que no estorben la limpieza visual? ¿Por qué no quiero usar mi sombra corporal? ¿Por qué le parece sospechoso eso? ¿Está mal sentir que las sombras corporales no llevan el misterio? ¿Qué resulta tan extraño de ser una sombrista solista? ¿El tamaño de producción autogestiva acaso me dio más de lo que me limitó? ¿Sería así mi trabajo si no hubiera comenzado -y continuado- llevando títeres de sombras en una mochila por lugares de tooodo tipo? ¿Qué tan mía es Fin? ¿Es posible realmente alargar la vida de lxs que queremos recordándolxs? ¿Puede una obra ser una despedida? ¿Cuántas veces más necesitaré hablar sobre la muerte? ¿El hueco en e...