Donde todo converge
En dos semanas llega Alexandre y comenzamos los ensayos. El tiempo se ha acelerado. Hay muchas manos dialogando con los materiales en este momento; luminarias en proceso, la tela de la pantalla tomando su forma y su color, la estructura que ya está lista, las figuras haciéndose fuerte a base de papel de diario y pegamento blanco, las fotos en la compu… todo está en marcha, igual que el tiempo. Esta sensación de vértigo se sostiene en las manos de todxs lxs realizadorxs que participan y en la esperanza: ya pronto se viene lo más divertido.
Hay algo
mágico en este proceso que empieza a fundirse con el cotidiano. Preguntar sobre
la muerte y sobre los recuerdos no es tan así nomás, tiene implicancias que me
modifican. Este dispositivo acaso intente ser como una Ouija que pregunte a
otrxs dimensiones: ¿Todavía están acá? ¿Si están adentro también cuenta? ¿Cuándo
terminan de morir las personas?
Probablemente
no haya respuestas, solo ensayos de sensaciones que nos dejen respirar más
livianxs.
Lo material
invoca y las sombras hablarán con su presencia siempre sigilosa.
Fin se acerca.
Sonia
Mañana porteña
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