Donde todo converge

En dos semanas llega Alexandre y comenzamos los ensayos. El tiempo se ha acelerado. Hay muchas manos dialogando con los materiales en este momento; luminarias en proceso, la tela de la pantalla tomando su forma y su color, la estructura que ya está lista, las figuras haciéndose fuerte a base de papel de diario y pegamento blanco, las fotos en la compu… todo está en marcha, igual que el tiempo. Esta sensación de vértigo se sostiene en las manos de todxs lxs realizadorxs que participan y en la esperanza: ya pronto se viene lo más divertido.

El taller de Cristian donde hizo la estructura de la pantalla en aluminio y hierro.

Pantalla desarmada.

Telas que comunican.

Garza adaptándose a la sombra.

Patas de aves como bases.

Calar hasta que las manos duelan.

Cartapesta paciente.

Hay algo mágico en este proceso que empieza a fundirse con el cotidiano. Preguntar sobre la muerte y sobre los recuerdos no es tan así nomás, tiene implicancias que me modifican. Este dispositivo acaso intente ser como una Ouija que pregunte a otrxs dimensiones: ¿Todavía están acá? ¿Si están adentro también cuenta? ¿Cuándo terminan de morir las personas?

Probablemente no haya respuestas, solo ensayos de sensaciones que nos dejen respirar más livianxs.

Lo material invoca y las sombras hablarán con su presencia siempre sigilosa.

Fin se acerca.

Sonia
Mañana porteña

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